jueves, 6 de noviembre de 2014

El mundo huele a culo

Esta mañana al despertar, abrí la ventana como siempre y me vino de la calle un tufo importante. Por un momento pensé que como tenía las bambas con las que saqué a los perros anoche en la repisa de la ventana (ya veis... hay quienes ponen tartas... ¬¬), pues ya sabéis... pipican, oscuridad, césped hasta las rodillas... pastel en la suela. Pero no. Venía realmente de la calle. El mundo ha sacado algo del congelador que ya lleva olvidado unos cuántos días en la encimera. Es una mezcla entre putrefacción y... y... no sé... así como a mierda.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Niños gordos: nueva especie en extinción

Esta mañana era noticia que el sobrepeso infantil ha bajado. No sé que esperan que respondamos... igual quieren que les pongamos un pin por ello. La verdad es que esta noticia tenía que salir tarde o temprano, si ya lo dice el anuncio... "Toma niño, pan con pan y un poco de brío que el horno ya no está pa bollos, ni pa carne, ni pescao ni na de na". La verdad es que esta noticia años atrás debería ser la bomba pero ahora es más bien alarmante. Este es un ejemplo más de que vamos a ir perdiendo tradiciones, que nuestras costumbres se van a ir a tomar por culo y que las intenciones de los niños sufrirán una evolución histórica.

Yo no imagino un mundo sin niños gordos...

jueves, 9 de octubre de 2014

Gobiernos: el ébola de nuestra sociedad

Estimados dirigentes de nuestro país (lo digo así para que se sientan todos identificados o para que después de conocer mi procedencia puedan lavarse las manos unos u otros).

Soy mujer (primer handicap); tengo 34 años por lo que soy vieja aunque sigo en edad fértil (¿¿¿?¿?¿?¿? segundo handicap); hace más de año y medio que soy parte de esa población que engrosa las filas del paro, pero no se preocupen fui autónoma y no tengo derecho a nada,

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Demos una oportunidad a nuestros gilipollas


Este mediodía cuando volvía "enmimismada" del trabajo camino a casa, llevaba la radio de fondo como siempre. En un momento dado, ha empezado a sonar una canción que he oído miles de veces y siempre he pensado "ya está... esta gilipollas otra vez". Han sonado las primeras notas de la melodía envolviendo con un halo especial el cubículo en el que me encontraba y, por primera vez, me he parado a escuchar la voz de la cantante y me he sorprendido diciéndome, a mí misma, para mis adentros más profundos: "coño, si tiene buena voz".